ABORÍGENES, Australia. (La serpiente del Arcoíris)

«Dicen que llevamos aquí 40,000 años, pero son muchos más. Llevamos aquí desde que el tiempo comenzó. Procedemos directamente del Tiempo del Sueño de nuestros antepasados creativos. Hemos mantenido la tierra tal y como estaba el primer día. Nuestra cultura se basa en registrar los orígenes de la vida. Nos referimos a las fuerzas y poderes que crearon el mundo como los antepasados creativos. Nuestro bello mundo ha sido creado tan sólo de acuerdo con el poder, la sabiduría y las intenciones de nuestros antepasados.» (http://www.cairnsunlimited.com/es/aborigenes.htm)

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Los «dreamers», crean la canción del continente. El sueño de cada hombre es su «tótem». En él , se descubre el espacio en el que se encuentra su canción personal. El aborigen, «canta» el mapa de la tierra. Cada piedra, cada lago, cada montículo, está especificado en su canción personal. La canción es infinita, la tierra cambia y con ella, la creación personal del que la «crea» y la recrea musicalmente.

LA SERPIENTE DEL ARCOÍRIS

Mundo estaba dormido.Todo estaba quieto, nada se movía, nada crecía. Los animales dormían bajo la tierra. Un día, la Serpiente del Arco Iris, o Serpiente Madre, se despertó y subió a la superficie de la tierra. Apartó todo lo que estaba en su camino y creó enormes cadenas montañosas y gargantas mientras reptaba a través de todo el país. Cuando se sintió cansada, se enrolló y descansó. Después de haber estado en todos los lugares regresó y llamó a las ranas. Cuando estas salieron, sus rechonchos estómagos estaban llenos de agua. La Serpiente del Arco Iris las hizo cosquillas y las ranas rieron. El agua salió de sus estómagos y llenó los caminos que la serpiente había abierto. Así es como se crearon los ríos y los lagos. Entonces la hierba y los árboles comenzaron a crecer y llenaron la tierra de vida.

(Wikipedia)
Representación de la Serpiente del Arco Iris, según la cultura aborigen australiana.

La Serpiente del Arco Iris es considerada la moradora de los charcos y controla la fuente de vida más preciada, el agua. Algunas veces es la impredecible Serpiente del Arco Iris, que compite con el siempre fiable Sol, la que llena las reservas de agua, formando los barrancos y los profundos canales mientras que se desliza a través de la tierra, permitiendo la recaudación y la distribución del agua. Ya que los Antepasados crearon toda la tierra a través de las canciones y andaban mientras cantaban, los aborígenes mantienen un mapa de carreteras de todo el continente mediante canciones. Puedes viajar a cualquier lugar de Australia, conocer todas las charcas y los tierras de caza a lo largo del camino, si aprendes las canciones correctas. Parece ser que un aborigen ‘gone walk-about’ (desapareciendo durante un período de tiempo indeterminado, que puede durar desde unos días a años, hasta que regresa a la tribu cuando de nuevo se siente preparado) estaba haciendo simplemente eso, aprendiendo canciones viajando hasta el final de los versos de la canción y pidiendo a quienquiera que se encontrara por el camino que le enseñara los siguientes acordes además de pedir permiso para cantarlos y caminar hasta el final de los nuevos versos.

 

Las siete reglas para conservar la salud, según Paracelso

 1. MEJORAR LA SALUD.  Para ello, hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rítmicamente, llenando bien los pulmones. Respirar al aire libre o asomado a una ventana. 

Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua. Comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna causa grave sometido a un tratamiento.

Bañarte diariamente, es un hábito que debes a tu propia dignidad.

2. OLVIDAR EL RENCOR. Pensar y actuar de forma positiva. Huír de las compañías negativas.  Es el único medio de cambiar tu destino, pues éste depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.

3.HACER EL BIEN.  Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona.  Debes cuidar tus propias energías y huir de todo sentimentalismo.

4.OLVIDAR TODA OFENSA. Pensar bien, incluso de aquel  que se declara como tu enemigo. 

Tu alma es un templo que no debe ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablará así de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos pensamientos y errores, que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en si.

5.PRACTICAR LA RELAJACIÓN. Sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada.  Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el  Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas  influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos a veces luminosas  ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia.  Ese es el daimón de que habla Sócrates.

6.DISCRECIÓN.  Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aún de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras,  durante un tiempo.

7. ALIMENTAR EL VALOR.  Jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños.  Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte. El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo. 

Philippus Aureolus Theophrastus Bombastus von Hohenheim; Ensiedeln, Suiza, 1493-Salzburgo, actual Austria, 1541) Médico y alquimista suizo.