La Baga Yaya es con mucho, la figura mítica más popular de los cuentos eslavos.
Tiene poder sobre los animales, viaja a bordo de un mortero y mientras se impulsa con la mano del mortero, borra sus huellas con la escoba que porta en su otra mano.
Vive en medio de un bosque, en una choza que se alza del suelo con patas de pollo y cambia de situación. Para entrar en la choza, el héroe o la heroína, tienen que pronunciar las palabras mágicas, «Casita casita, da la espalda al bosque y voltea hacia mi».Tras lo cuál, aparece la puerta. Dentro, la figura de la vieja y repugnante bruja, ocupa todo el espacio del habitáculo, con carne de sus víctimas (generalmente niños) y vino. Su nariz, larga y enorme, llega hasta el techo y sus dientes puntiagudos llegan a la pared. La llaman la «piernas flacas». La verja de su jardín está hecha de huesos.
La situación remota de la choza, da la idea de que ella es la Guardiana del otro mundo. Sus sirvientes tienen forma de «manos espectrales». También tiene a su servicio a los caballeros Blanco, Rojo y Negro, mediante ellos, el día y la noche cumplen su mandato.
Ella es la guardiana de los cambios.
Si entras en su zona, te causará la muerte, pero puede ser amiga fiel de los héroes en sus gestas.
Envejece un año cada vez que le hacen una pregunta y para rejuvenecer bebe un te hecho de unas extrañas rosas azules, por lo cuál, si quieres tenerla como amiga, nada mejor que obsequiarla con esas flores …
La Baga Yaya está vinculada a los ritos prehistóricos de iniciación de las tierras del norte. , en las que al llegar la edad viril, los jóvenes debían cumplir las pruebas iniciáticas, saliendo del poblado y entrando en una choza «especial», de la que salían como adultos.
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