PASOS ( de Guido Inclán)

Muy probablemente, seguirá escribiendo,

en notable ligereza y sin rimas.

Grande es, si sólo arguye lo necesario,
porque en algunos lugares sólo hay
mitades descalabradas,
como ecos suspendidos en el aire.

Morosamente intenta dormirse,
pero se remueve un largo rato

Rumores lucientes tendidos en la costa.

Digamos que allá en tiempos también
derramaba vueltas, pues se alimentó
de un color entre azafran y verdoso.
Y, él, ahora está con letras,
continuamente transformadas.

Igual que su propio pensamiento,
dentro de un ambiguo molde,
llenos de movimiento y de algunas continuidades.

Siente que le acompañarán
rumores lucientes tendidos en la costa.

Y no sabe si se aburrirá o habrá sangre
bañada,
y escribe
y se pierde
en el mutable arsenal del verbo.

Detrás de las palabras.