El sapo y la huerfanita. ( de los hermanos Grimm)

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Una huerfanita hilaba, sentada sobre el muro de la ciudad, cuando vio salir un sapo de la hendidura.
Rápidamente, extendió junto a ella su pañuelo de seda azul (que los sapos aman con pasión y sólo a ellos se dirigen). En cuanto el sapo lo vio, dio media vuelta, volvió con una corona de oro, la colocó sobre el pañuelo y se fue de nuevo.
La
niña, tomó la corona;  centelleaba, la formaban los más delicados hilos de oro…
Al poco rato, el sapo volvió y, al no ver la corona, se deslizó por el muro y golpeó contra él la cabecita , lleno de dolor, hasta que sus fuerzas se agotaron y calló muerto.
Si la niña hubiese dejado la corona un poco más de tiempo, el sapo hubiera
sacado más y más tesoros de la hendidura.

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